Artículos de Isidro Toro Pampols .·.

viernes, 24 de diciembre de 2021

El síndrome de Solomon en la conducta asociativa

 

La persona activa, que busca sobresalir en una asociación, en ocasiones genera ruido comunicacional y perturba la armonía del grupo. Pero lo contrario, igualmente acarrea sus problemas.

El síndrome de Solomon es un trastorno que se caracteriza porque el sujeto manifiesta reacciones como la toma de decisiones o conductas evitando destacar o sobresalir sobre los otros, es decir, sobre el entorno social que le rodea. Es frecuente que estas personas se pongan obstáculos a sí mismas para seguir su camino deseado, intentando no salir de la vía común de la mayoría de la población.

En 1951, el psicólogo polaco-estadounidense Solomon Asch (1907-1996) fue a un colegio para realizar una investigación de psicología social, informando que era una prueba de visión. Al menos eso es lo que les dijo a los 123 jóvenes voluntarios que participaron –sin saberlo– en un experimento sobre la conducta humana en un entorno social. El experimento era muy simple. En una clase se juntó a un grupo de siete alumnos, los cuales estaban de acuerdo con el investigador. Mientras, un octavo estudiante entraba en la sala creyendo que el resto de los jóvenes participaban en la misma prueba de visión que él.

Asch presentándose como oftalmólogo, les mostraba tres diferentes líneas verticales, dibujadas junto a una cuarta línea. De izquierda a derecha, la primera y la cuarta medían exactamente lo mismo.

Entonces Asch les pedía respuestas en voz alta sobre cuál de entre las tres líneas verticales era igual a la otra dibujada justo al lado. Y lo organizaba de tal manera que el alumno que hacía de conejillo de indias del experimento siempre respondiera en último lugar, habiendo escuchado la opinión del resto de compañeros.

La respuesta era sencilla y no daba posibilidad para el error. Sin embargo, los siete estudiantes asociados con Asch respondían todas las mismas respuestas incorrectas. Este ejercicio se repitió varias veces combinando a los voluntarios, comparando las mismas cuatro líneas verticales, puestas en distinto orden.

El resultado fue que solo un 25% de los participantes mantuvo su criterio todas las veces que les pre­­guntaron; el resto se dejó influir y arrastrar al menos en una ocasión por la visión de los demás. Muchos reconocieron que, aunque estaban seguros de cuál era la línea correcta, pero que no lo habían dicho en voz alta por miedo a equivocarse, al ridículo o a ser el elemento discordante del grupo.

Las personas afectadas por el síndrome de Solomon tienen baja autoestima y falta de confianza en sí mismas. El miedo a que nuestras virtudes brillen por encima de las de los demás y estos se vean ofendidos por ello es uno de los pilares de este trastorno psicológico. Si caer en extremismos, el síndrome de Solomon es una de las causas de incorrecta toma de decisiones en asociaciones, lo que pone de relieve la importancia de evaluar la conducta organizacional en los cuerpos colectivos donde se practiquen formas de democracia participativa, el cooperativismo incluido.

 

Isidro Toro Pampols.·.

 

 

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