Profundizando en la cooperación

 

 

El concepto de cooperación define existencialmente al sector cooperativista. En la vida diaria la entendemos como lo señala el Diccionario de la Real Academia Española: “Obrar juntamente con otro u otros para la consecución de un fin común”. Vamos a profundizar un poco más por su importancia para el cooperativismo.

Para “la consecución de un fin común”, se requiere la colaboración ordenada entre las personas, sean que actúen como individuos o como asociados. Visto lo anterior, deducimos que son requisitos esenciales para que haya cooperación, un sistema común de comunicaciones, compartir objetivos, reconocer y respetar las normas sociales, la existencia de instituciones y una seguridad reciproca en las expectativas. Salta a la vista una conducta indispensable para que exista cooperación: reciprocidad. Usualmente las personas en sus relaciones sociales, endosan a los demás las mismas expectativas y valoraciones que ellos tienen. Es lo que se conoce como “reciprocidad de perspectivas” y como ejemplo podemos decir cuando se hace un servicio se espera algo a cambio porque, generalmente, las relaciones humanas se basan en la reciprocidad. Recordemos que los vínculos personales, económicos, políticos, se desarrollan según los intercambios realizados.

Peligros

Hay peligros en las relaciones de cooperación y quizás el más dañino es cuando un individuo pretende engañar, estafar, utilizar al otro, en búsqueda de una ventaja inapropiada. Para minimizar riesgos se hace necesaria la existencia de sistemas de evaluación y control. Igualmente, resalta la importancia de los programas orientados a interiorizar valores y principios morales, bien mediante la formación, así como señalando claramente las sanciones institucionalizadas en la organización.

Cooperación y organización

Cuando se habla de cooperación se habla de un diseño organizacional claro donde se establezcan diáfanamente los distintos niveles de la división del trabajo y de la institucionalización funcional de las posiciones y los roles. Claridad en los objetivos que se persiguen, planificación y estructuración de funciones. Esto incluye conocimiento de los canales de comunicación y de los niveles de toma de decisiones.

En toda agrupación humana surgen conflictos y antagonismos. Ello es parte del proceso de integración social en un mundo signado por el pluralismo de intereses y valores. El mejor ejemplo de cooperación se encuentra en las asociaciones empresariales, que ayudan tanto en la defensa de sus intereses comunes, como también en adelantar programas que los lleve a mejorar su capacidad de competencia internacional. Los sindicatos, aunque se presentan como la otra cara de la moneda ante los empresarios, en muchas ocasiones se plantea una cooperación obrero patronal para conseguir objetivos compartidos, por ejemplo, en tiempos de recesión.

Como conclusión recordaremos que el género humano no habría sobrevivido sin haberse asociado y establecido los mecanismos de cooperación necesarios para enfrentar los grandes retos que amenazaban su existencia como especie. 

Isidro Toro Pampols.·.   

Nota y bibliografía

Gómez Delgado, Tomás y León Rubio, José María. Psicología Social. Orientaciones teóricas y ejercicios prácticos. McGraw Hill. 1998.

Hilmann, Karl-Heinz. Diccionario Enciclopédico de Sociología. Editorial Herder.Barcelona, España. 2005

Llombart Bosch, Aproximaciones a la sociología de la cooperación. Edicion digital: file:///C:/Users/ISIDRO~1/AppData/Local/Temp/Dialnet-AproximacionALaSociologiaDeLaCooperacion-1148769.pdf