Artículos de Isidro Toro Pampols .·.

jueves, 30 de septiembre de 2021

El Método d’Hondt o un sistema para convertir los votos en escaños

 El sistema d’Hondt es una técnica para asignar escaños en sistemas de representación proporcional por listas electorales, incluso con voto preferencial. Recibe ese nombre en reconocimiento al jurista y matemático belga Víctor D’Hondt, que fue el primero en proponerlo.

La Junta Central Electoral de la República Dominicana lo implementó mediante Resolución 11-2015, sobre aplicación del Método de D´Hondt para la asignación de escaños en los niveles congresual y municipal en las elecciones del 15 de mayo del 2016, resolviendo en su artículo segundo que “se aplicará la representación proporcional en la determinación de los cargos que correspondan a cada partido, adjudicando aisladamente dichos cargos al partido o alianza de partidos cuyo factor de elección para esa posición sea el más elevado.”

La mecánica para calcular la cantidad de diputados que pueda obtener un Partido, en base al Método de D`Hondt, en el caso nuestro,  es la siguiente: primero,  se ordenan de mayor a menor, en una columna, las cifras de votos obtenidos por las candidaturas y segundo, se divide el número de votos obtenidos por cada lista por 1, 2, 3, etcétera (número naturales), hasta un número igual al de escaños correspondientes a la demarcación. Los escaños se atribuyen a las candidaturas que obtengan los cocientes mayores en el cuadro, atendiendo a un orden decreciente.

La Resolución antes citada establece el mecanismo en su Artículo Cuarto: “Disponer que la cuantificación de escaños obtenidos por cada partido se hará mediante el factor de elección de cada partido o alianza de partidos, calculado en base al Método D’Hondt. Este factor de elección, mientras no le haya sido adjudicado ningún cargo a cada partido, será el número total de votos por él obtenido; la mitad de dicho número desde que le haya sido adjudicado un (1) cargo; la tercera parte de su votación total, cuando tenga adjudicados dos (2) cargos; la cuarta parte después de que le hayan sido adjudicados tres (3) cargos; la quinta parte cuando le hayan sido adjudicados cuatro (4) cargos, y así sucesivamente hasta que todos los cargos hayan sido adjudicados.”

Supongamos que en una demarcación se sufragaron 200.000 votos válidos en la cual se elegirán 5 diputados entre 6 agrupaciones políticas. Los resultados son: organización A (80.000 votos); organización B (60.000 votos); organización C (40.000 votos); organización D (10.000 votos); organización  E (9.000 votos) y  organización  F (1,000 votos)

Se divide la cantidad de votos obtenidos por cada agrupación, primero entre 1, luego entre 2, a seguidas entre 3 y así, sucesivamente, hasta dividirlo entre 5 que es la cantidad de escaños en disputa. Por ello,  los 80,000 votos de la  organización A fueron divididos, en la primera columna, entre 1; luego esos 80,000 divididos entre 2 (40,000); posteriormente, esos mismos 80,000, fueron divididos entre 3 (26,666);  luego entre cuatro (20,000) y, finalmente, entre 5 (16,000). Lo propio se hizo con las demás agrupaciones. Como son 5 escaños, se elegirán los primeros 5 que obtengan los cocientes mayores en un orden decreciente.


 

El Método d’Hondt se utiliza en los sistemas electorales de muchos países y tiene variantes, las que en ocasiones se le conocen con otros nombres, que permiten a los partidos minoritarios tener mayor oportunidad de lograr escaños o en otros casos se le colocan barreras las que tienen que franquear para poder optar a una representación. Lo cierto es que la aplicación de un sistema para conformar la representación proporcional en el congreso de un país puede cambiar la correlación de fuerzas a lo interior del parlamento. Como ejemplo tenemos el debate que se ha abierto en España, donde los partidos medianos y pequeños aspiran sancionar un sistema que les permita obtener mayor representación con la misma cantidad de votos.

Isidro Toro Pampols.·.

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Partidos políticos cooperativistas


 

Robert Owen fue un empresario y socialista utópico británico y es reconocido como el creador del cooperativismo en el siglo XIX, llevando a la práctica sus ideas reformistas primero en su fábrica de New Lanark y luego en las «colonias» de New Harmony, donde trató de aplicarlo a la producción.

Los «principios de Rochdale», fundamento de la filosofía cooperativista, señalan que «las cooperativas son organizaciones democráticas controladas por sus miembros, quienes participan activamente en la elaboración de sus políticas y en la toma de decisiones.» Como podemos observar, muy alejado de las practicas del capitalismo salvaje propio de la Inglaterra victoriana.

La generación babyboomers y el cooperativismo


 

La generación babyboomers son los norteamericanos nacidos entre 1945 y 1964, época con gran incremento de la tasa de natalidad registrada tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Esta generación creció con nuevas herramientas de socialización, tal como la televisión, con el inicio de la carrera espacial y fueron testigo de muchas luchas por valores sociales, como los Derechos Civiles, el de las mujeres luego de su incorporación en masa al mundo laboral, hecho producido durante la Guerra. Los nacidos entre 1945 y 1952, vivieron de alguna manera los cambios que en la mentalidad y en las instituciones significó dicha época: La Guerra Fría, la Segunda Ola Feminista, asesinato del presidente Kennedy, la Revolución Cultura China,

sucesos políticos como el Watergate, que implicó la renuncia de un presidente de los EE. UU.; el Mayo Francés, la rebelión estudiantil mexicana y la matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el movimiento contracultural de los hippies, la carrera espacial, entre muchos otros.

Según algunas investigaciones académicas, esta generación está orientada al trabajo en comunidad, instruida para liderar grupos y para identificar qué rol desempeña cada miembro. No tienden al individualismo: son buenos creando equipos.

La generación babyboomers  se estima que poseen unas 12 millones de empresas en todo el país. Ahora bien, se vaticina que alrededor de un 70% de sus empresas cambiarán de manos próximamente, pero con una tendencia: muchos de sus hijos no asumen las firmas de sus padres, por lo que particularmente los emprendedores de pequeñas sociedades deben pensar en vender o cerrar, perdiendo años de esfuerzos.

El Instituto de la Democracia en el Trabajo (DAWI), una organización sin fines de lucro que da soporte al desarrollo de cooperativas de trabajadores, señala que se ha abierto un nuevo nicho de negocios: calculan que hasta un 40% de las cooperativas nacieron por la vía de propietarios que resolvieron vender sus acciones a los empleados y estos se organizaron en cooperativas.

El apalancamiento de estas cooperativas es de varias fuentes. The Working World es una Institución Financiera de Desarrollo de la Comunidad (IFDC), que tiene programas para empresas propiedad de sus trabajadores, ofreciendo créditos a estas cooperativas que no tienen acceso a los préstamos bancarios. También han invitado a particulares a asociarse e invertir, igual socios han pedido préstamos particulares a la banca y han depositado su confianza en sus cooperativas.

Estudios de DAWI indican que si bien las cooperativas enfrentan muchos obstáculos, los beneficios son sólidos y pronunciados. Un estudio de la Universidad Estatal de Nueva Jersey (Rutgers) concluye que convertir la empresa en propiedad de sus empleados  aumenta las ganancias hasta un 14% y eso no se logra en detrimento de los salarios. Más bien es a la inversa. Hay ejemplos donde se evidencia que aumentaron la nomina y los sueldos, gracias a la productividad.

El cooperativismo norteamericano, definitivamente, es un sendero para canalizar emprendimientos inclusivos de la población trabajadora de ese país.

Isidro Toro Pampols.·.

Cooperativismo y los Colegios de Artífices

 


En la Antigüedad encontramos instituciones que tienen relación con el cooperativismo, siendo quizás la más antigua, institucionalizada, los Colegios de Artífices Romanos.

En muchas ciudades (polis) griegas de los siglos IX y VIII a C. florecieron los artesanos libres, creciendo el número de carpinteros, ceramistas, herreros, armadores de barcos y toda clase de trabajadores manuales y comerciantes, lo que nos permite inferir la organización de artesanos y constructores en gremios que trasmitían de padres a hijos o parientes y en secreto, sus conocimientos.

En Roma se atribuye la primera organización de los Colegios de Artífices a Numa Pompilio (716-674 a. C.), segundo rey romano y sucesor de Rómulo.(1) Numa distribuyó los artesanos en varios gremios: carpinteros, tintoreros, zapateros, músicos, alfareros y con el tiempo, fueron agrupándose nuevos oficio o profesiones.

En el siglo VII a C. los romanos deciden enviar tres hombres(2) a la ciudad de Atenas con el fin de recopilar las famosas leyes de Solón (638-538 a C.), así como conocer las instituciones, costumbres y usos de la polis griega. Al regresar, contribuyeron a redactar un cuerpo de leyes, resultando la Ley de las Doce Tablas, que es la base del derecho romano y en buena medida del mundo occidental. Allí se institucionalizan los Colegios.

Ahora veamos brevemente algunas reglamentaciones de estas asociaciones. La primera era la máxima de la ley civil: “tres forman un colegio”. O sea, ninguna agrupación podía formarse con menos de tres miembros. El cooperativismo chileno exige un mínimo de tres socios para organizar una empresa.

El “Colegio” contaba con sus autoridades, teniendo un maestro que lo presidia, un escriba, que llevaba las actas, un tesorero y así sucesivamente. Las cooperativas cuentan con sus órganos de dirección.

La admisión de un nuevo miembro se basaba en la regla cooptatus in collegium, que significa que el aspirante debe ser aceptado por los agremiados. Las cooperativas tienen sus reglas, sean estas abiertas o cerradas.

Los colegios formaban a sus aprendices. La educación es un principio fundamental del cooperativismo.

Los colegios estaban bajo el patronato de un dios, lo que le confería un carácter espiritual en el marco de las religiones paganas de la época, además de practicar la autoayuda, autoresponsabilidad y la solidaridad. El cooperativismo aun siendo laico, la mayoría de los socios mantienen un reconocimiento del Ser Supremo, lo que fortalece el sentimiento fraternal entre los agrupados.

El cooperativismo como hoy lo conocemos, sitúa sus orígenes a mediados del siglo XIX, pero hurgar en el pasado remoto facilita comprender algunas prácticas universales que fortalecen la fraternidad internacional del cooperativismo.  

Bibliografía

  • Vidas paralelas. Edición digital.
  • Tito Livio. La historia de Roma. De la traducción del inglés al castellano por Antonio D. Duarte Sánchez. Edición digital. 2011.

Isidro Toro Pampols.·.

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La Cruz Roja y la masonería

 


Muchas teorías sobre conspiraciones para controlar el mundo involucran a los masones como individuos o a la masonería como organización internacional que ejerce un supuesto mandato vertical sobre millones de adeptos a lo largo y ancho del mundo. Estas fabulas deleitan a interesados e incautos y son útiles para engordar, con buenas monedas, los bolsillos de manipuladores. Poco se dice de la presencia de masones en organizaciones de carácter benéfico, fraternales, que promueven los Derechos Humanos o la Paz. Eso no da espectáculo y concita poca curiosidad. Una de las instituciones donde actuaron masones en su fundación y organización internacional fue la Cruz Roja.

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Los otros facilitan y la holgazanería social

 


El término tiene que ver con el desempeño de las tareas de un individuo en relación con la presencia de otra u otras personas y el efecto motivacional de ésta en el rendimiento del sujeto.

El punto central se relaciona con la tendencia a disminuir el rendimiento cuando se trabaja en grupo, es decir, a medida que aumenta el número de miembros, el esfuerzo del conjunto no es igual a la suma de todos los esfuerzos de forma individual por lo que la productividad grupal decrece.

Usualmente el tema se estudia en el campo de la influencia social, pero en la psicología social lo ubican dentro de los procesos psicosociales básicos y lo etiquetan como facilitación social.

En las investigaciones sobre el tema se han elaborado diversas definiciones que no vamos a reseñar aquí, pero si es importante destacar que las mismas abordan el cómo y por qué la conducta de un individuo afecta y es afectada por la de otros. En resumen, la facilitación social es el fortalecimiento de las respuestas dominantes del sujeto debido a la presencia de otros.

A simple vista, tenemos dos variables que siempre interactúan en cualquier relación referida al tema: Unas personas que ejercen un rol meramente de audiencia, o sea, simplemente observando  al individuo. En el otro caso, el sujeto desarrolla simultáneamente una tarea, designándose como coactores.

La facilitación social comenzó a estudiarse a finales del siglo XIX, cuando el psicólogo Norman Triplett  observó como grupos de ciclistas de la Liga de Ciclismo Americana mejoraban sus registros cuando se acompañan entre ellos, más que cuando iban solo.

Triplett adelantó observaciones con otros grupos, niños entre ellos, llegando a conclusiones que parecían apuntar a que los demás tenían una influencia positiva u optimizadora sobre el comportamiento del sujeto observado.

La iniciativa de Triplett motivó a otros investigadores a desarrollar estudios en los que diferenciaban los trabajos de corte intelectual de los musculares. Entre 1915  y 1925 Floyd Allport desarrollo programas experimentales en su laboratorio de la Universidad de Harvard. Allport encontró que “el escuchar y ver a otros hacer las mismas cosas, logra aumentar las respuestas en proceso.(1) Esta explicación prevaleció en los próximos 30 años, momento en que nuevas investigaciones arrojaron otros resultados que contradecían el marco teórico que se había impuesto durante tres décadas, que se resumía en que la audiencia y la coactividad producen siempre efectos beneficiosos.

Tras la II Guerra Mundial se multiplicaron los estudios sobre facilitación social incorporando nuevas variables, como las respuestas con más probabilidad de emisión, o dominante, y otras con menos o casi nula probabilidad de emisión o subordinadas. Otros elementos que surgen en las investigaciones son la motivación, la percepción o la certeza del individuo que lo evalúan o examinan, cuando los acompañantes se presentan como “expertos”, cuando la audiencia se encontraban con los ojos vendados, entre otras variables.

A finales del siglo XX se desarrollaron nuevas teorías, unas en torno a la variable del impulso, otras en torno al esfuerzo cognitivo. Las teorías del impulso centran sus estudios en torno al incremento de la motivación inducida directa o indirectamente por la presencia del o de los otros. Un punto a estudiar es la facilitación social y la adquisición o aprendizaje de nuevas destrezas, así como mejorar el rendimiento en tareas ya aprendida. Los resultados apuntan que la facilitación social hace difícil el aprendizaje, pero si fortalece el fruto de lo que conocemos y manejamos.(2)

Esta dinámica ha sido investigada desde características diferenciadoras como la hipótesis de la mera presencia, o sea, que la mera presencia del otro es la condición necesaria y suficiente para que se produzca el impulso. Otra variable es la aprehensión con respecto a la evaluación, evaluando el impulso generado por la preocupación del sujeto ante la manera en que será evaluado por los demás.

La hipótesis conflicto-distracción evalúa el impulso generado por el conflicto entre atender a los otros y atender la tarea. Otra hipótesis es el control observacional o monitoreo, que indaga el impulso generado por la presencia de otro(s) que no pueden escrutarse.

Las teorías del esfuerzo cognitivo tienen en común el sostener que la facilitación social se debe a la inducción por la presencia de otros de la autoevaluación de la ejecución. Dos grandes bloques de hipótesis se desarrollan en torno a estas teorías. Una, que atribuye el efecto de facilitación social a los esfuerzos del sujeto por reducir la discrepancia entre su ejecución y un ideal de ejecución. Otras, evalúa como la presencia de otros facilita la ejecución sólo si sostiene una imagen competente acerca de nosotros.

La holgazanería social

La holgazanería social, haraganería social o reducción social del esfuerzo también se conoce como el efecto Ringelmann y se relaciona con la tendencia a disminuir el rendimiento cuando se trabaja en grupo, es decir, a medida que aumenta el número de miembros, el esfuerzo del conjunto no es igual a la suma de todos los esfuerzos de forma individual por lo que la productividad grupal decrece por lo que el esfuerzo del conjunto no es igual a la suma de todos los esfuerzos de los miembros de forma individual. ​

El creador de esta teoría fue el ingeniero francés Maximilien Ringelmann. Este especialista realizó, durante los años 1882 y 1887, diversos estudios sobre la acción de tirar de una cuerda. Este experimento lo realizó tanto de forma individual como con grupos de dos, tres y hasta ocho personas. A medida que el número de miembros que tiraban de la cuerda era mayor, el esfuerzo del resto de miembros disminuía progresivamente. Las observaciones de Max Ringelmann se publicaron en 1913, demostrando así que el trabajo grupal de los diferentes equipos no alcanza a la suma de los esfuerzos individuales.(3)

Estudios realizados a finales del siglo XX (4) permiten inferir que existe la tendencia de las personas a realizar menos trabajo cuando unen sus esfuerzos hacia una meta común, donde las contribuciones específicas no pueden ser identificadas, que cuando son responsables a nivel individual.

El haraganeo social se comprueba cuando en la actividad en común, no se puede contabilizar el aporte individual en los resultados del grupo.

Las investigaciones apuntan a que la reducción social del esfuerzo acontece en alguna de estas circunstancias:

1.- En el grupo, al desarrollar la tarea, aumenta la probabilidad del esfuerzo redundante y gratuito.

2.- No hay clara cohesión del grupo.

3.- No hay responsabilidad, individual o no, respecto al resultado final.

Algunos estudios (5) señalan que la causa se encuentra  en el descenso de la posibilidad de  identificar y por ende, el aminoramiento de la aprehensión de la evaluación, merced a la disolución del individuo en el grupo.

Otros relacionan el porqué de la disminución de los resultados con los impulsos, diferenciando si se producen en tareas simples o complejas. En las tareas simples bajo escrutinio tiende a disminuir  la reducción social del esfuerzo, mientras que se incrementa en caso contrario. En las tareas complejas aumenta en caso de no darse respuestas correctas, lo que conduce a un deterioro de la ejecución.

Muchos son los estudios que se han adelantado y como cualquier ciencia que se relaciona con la conducta humana, se hace difícil dar respuestas exactas.

Reducir la holgazanería social en grupos

Igualmente depende de la sujeción del individuo al mismo, si es una relación laboral, de solidaridad, deportiva, entre otras.

Investigadores señalan que las formas tradicionales para aumentar la motivación individual, como pueden ser la fijación de objetivos y las recompensas o sanciones resultan no ser tan efectiva para reducir el efecto Ringelmann, la experiencia aconseja algunas pautas adecuadas para superar el haraganeo social, veamos:

  • Buscar identificar y determinar el desempeño individual. Si los sujetos saben que se puede identificar el mayor o menor desempeño personal, la holgazanería social disminuye.
  • Fomentar la competitividad dentro del grupo y entre los grupos.
  • Fomentar la idea de que el desempeño individual es indispensable para el éxito del grupo y reducir la creencia de que el esfuerzo personal no añade nada al grupo.
  • En casos de grupos numerosos, procurar segmentarlos para realizar el trabajo en pequeños grupos.
  • Utilizar el trabajo en grupo para tareas que sean difíciles, que supongan un reto a todos los miembros del grupo y que, además, sean consideradas por los sujetos del grupo como relevantes.
  • La cohesión del grupo impide, en gran medida, la aparición de la holgazanería social.

Este es uno de los grandes temas que un líder debe afrontar para ser exitoso en su desempeño. El estudio de la conducta organizacional lo tiene entre sus principales y en la medida en que los lideres conocen y comprenden el desenvolvimiento de su grupo, en esa medida reducen el efecto Ringelmann, la holgazanería social, haraganería social o reducción social del esfuerzo, como bien dese llamar a esta conducta.

Referencias

  1. Gómez Delgado, Tomás y León Rubio, José María. Psicología Social. Orientaciones teóricas y ejercicios prácticos. McGraw Hill. 1998. Pág 30.
  2. Ídem pág. 36
  3. Efecto Ringelmann
  4. Gómez Delgado, Tomás y León Rubio, José María. pág. 37
  5. Idem. Pág 38

Isidro Toro Pampols.·.

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Presupuesto Participativo Municipal dominicano


La aplicación del régimen de Presupuesto Participativo se creó en la República Dominicana mediante la Ley 170-07, la cual establece en su artículo primero: “Mediante la presente ley se instituye el Sistema de Presupuesto Participativo Municipal (PPM), que tiene por objeto establecer los mecanismos de participación ciudadana en la discusión, elaboración y seguimiento del presupuesto del municipio, especialmente en lo concerniente al 40% de la transferencia que reciben los municipios del Presupuesto Nacional por la Ley No.163-­03, del 6 de octubre del 2003, que deben destinar a los gastos de capital y de inversión, así como de los ingresos propios aplicables a este concepto.”

En su artículo segundo se establecen los objetivos del Sistema de Presupuesto Participativo, enumerando los mismos:

“1. Contribuir en la elaboración del Plan Participativo de Inversión Municipal, propiciando un balance adecuado entre territorio, urbano y rurales;

  1. Fortalecer los procesos de autogestión local y asegurar la participación protagónica de las comunidades en la identificación y priorización de las ideas y proyectos;
  2. Ayudar a una mejor consistencia entre las líneas de estrategias y acciones comunitarias, municipales, provinciales y nacionales de desarrollo, de reducción de la pobreza e inclusión social;
  3. Garantizar la participación de todos los actores: comunidades, sectores, instancias sectoriales y otras entidades de desarrollo local y que exprese con claridad su compromiso con los planes de desarrollo municipales;
  4. Identificar las demandas desde el ámbito comunitario, articulando en el nivel municipal las ideas de proyectos prioritarios, lo que facilita la participación directa de la población;
  5. Permitir el seguimiento y control de la ejecución del presupuesto;
  6. Realizar el mantenimiento preventivo de las obras públicas.”

Esta práctica se vino implementando en el país aún sin contar con la ley correspondiente. Se realizaban programas de participación inspirados en las experiencias de ciudades europeas y latinoamericanas, especialmente brasileñas, que alcanzaron renombre con la práctica de Porto Alegre, entre otras.

Gracias a distintos medios de comunicación, así como a las redes sociales, nos enteramos de algunas deficiencias en la aplicación de dicho instrumento legal.

Vecinos piden la construcción o mejoras en obras para la comunidad, solicitando la aplicación del Presupuesto Participativo. Se realizan la asambleas de parajes, barrios, bloques, el Cabildo o Asamblea Municipal, tal como lo establece el artículo 4to de la Ley 170-07, incluso se designa el Comité de Seguimiento y Control, así como el Comité de Auditoría Social o Comité Comunitario de Obras, tal como lo establecer el instrumento legal, pero en muchas jurisdicciones la Alcaldía no cumple con lo acordado y comprometido aduciendo varias causas. Lo cierto es que muchas veces ni se inician las obras y en otros casos quedan como monumentos a la indolencia con esqueletos que se exponen a la vista del ciudadano.   

Algunos alcaldes aducen que los vecinos solicitan obras que sobrepasan la capacidad de ejecución de la institución, exigiendo que deban ponerse de acuerdo y establecer las prioridades. Es una postura que en apariencia parece correcta, pero corresponde a los alcaldes y regidores establecer e implementar los mecanismos de consulta, apoyar la organización vecinal, dar la cara y respetar sus resultados. Es la función más delicada de cualquier funcionario público, especialmente los de elección popular: tomar decisiones. 

Una oportunidad para las asociaciones comunitarias

Esta Ley 170-07 debe ser reformada para que deje de ser una aspiración y sea una realidad que favorezca plenamente a las comunidades. Pero mientras eso ocurre, los munícipes deben organizarse para exigir reivindicaciones y coadyuvar a la alcaldía en el proceso de toma de decisiones. Es una oportunidad de oro para lograr que las agrupaciones políticas se conecten con las comunidades y sean articuladores de sus necesidades, ayudándolas a organizarse, más allá de la frontera partidaria y con el objetivo de obtener avances en la calidad de vida comunitaria. Los vecinos sabrán reconocer los esfuerzos y en el momento electoral, escogerán con mayor cuidado a sus representantes.

Isidro Toro Pampols.·.

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El caballo negro en política

Un triunfo electoral no es predecible a plenitud. Puede ser que una tendencia se muestre ganadora dieciocho meses antes y pierda. En polít...