Artículos de Isidro Toro Pampols .·.

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Un acercamiento a las medias verdades…

 


Hablar con medias verdades por delante ha sido una maña arcana que hoy se ha transformado en práctica consuetudinaria en la sociedad y colocando como buque insignia en su destreza a los políticos, pero sin desechar en el ejercicio de la habilidad a profesionales, religiosos, empresarios, líderes comunales, directivos de clubes entre otros.

El reconocido poeta español Antonio Machado dijo: “¿Dijiste media verdad?, dirán que mientes dos veces si dices la otra mitad”. Así de sencillo lo interpretaba el vulgo cuando alguien expresaba una declaración engañosa que incluye algún elemento de verdad.

Se considera media verdad, con o sin intención de engañar, una manifestación que puede ser parcialmente verdad, totalmente cierta, pero sólo con una parte de la verdad global, o usar un elemento engañoso, como una evaluación inadecuada, incluso un doble sentido.

En la historia tenemos miles de ejemplos donde hechos del pasado se han narrado parcialmente e interpretado de forma tal, sacándolos de contextos, lo que resulta en un arma política, exacerbando resentimientos en grupos con el objeto de lograr seguidores para fines partidarios, incluso violentos.

Entrando en consideraciones filosóficas sobre “la verdad”, nos encontramos con el pensador británico Alfred North Whitehead (1867-1947) quien nos instruye en que «no hay verdades completas; todas las verdades son medias verdades, pero el diablo juega a hacerlas pasar como verdades completas«. Esto nos lleva a la Alegoría de la Caverna de Platón, la cual nos habla del conocimiento sensible, nunca exacto ni verdadero y el inteligible, sólo alcanzable mediante el uso exclusivo de la razón. El punto es que difícilmente el ser humano logra el conocimiento exacto, tal como no los explica Emmanuel Kant, al estudiar el fenómeno y el noúmeno.  El objeto en tanto que aparece y es conocido, captado por los sentidos, se denomina “fenómeno”; el objeto, tal como es sin ser observado ni tener relación con la sensibilidad, se llama “cosa en sí” o “noúmeno” y es inteligible. El observador siempre accederá al objeto como fenómeno, sobre la base de la realidad sensible, influida por nuestros sentidos, valores, principios, cultura, entre otros factores humanos, al mundo sensible de Platón; porque el inteligible, el de la razón, por mucho que el pensador profundice siempre habrá algo humano, de su pasado, experiencias, óptica, que le impedirá llegar a la “cosa en sí” o “noúmeno”.

Esta explicación didáctica no pretende justificar en nada la utilización de las medias verdades, falacias, expresiones políticamente correctas, entre otras prácticas modernas y contemporáneas que se han utilizado como formas de medias verdades, las que se mantienen al asecho de la credulidad de personas ingenuas, descuidadas, poco avisadas o atormentadas por los bombardeos de información y quienes buscan el camino fácil de una referencia para confiar.

En próximos escritos profundizaremos algo más en un tema que se ha transformado en central en la comunicación de nuestros tiempos, aunque explícitamente no se hable de ello.

Isidro Toro Pampols.·.

Foto fuente externa

 

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