Artículos de Isidro Toro Pampols .·.

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Los otros facilitan y la holgazanería social

 


El término tiene que ver con el desempeño de las tareas de un individuo en relación con la presencia de otra u otras personas y el efecto motivacional de ésta en el rendimiento del sujeto.

El punto central se relaciona con la tendencia a disminuir el rendimiento cuando se trabaja en grupo, es decir, a medida que aumenta el número de miembros, el esfuerzo del conjunto no es igual a la suma de todos los esfuerzos de forma individual por lo que la productividad grupal decrece.

Usualmente el tema se estudia en el campo de la influencia social, pero en la psicología social lo ubican dentro de los procesos psicosociales básicos y lo etiquetan como facilitación social.

En las investigaciones sobre el tema se han elaborado diversas definiciones que no vamos a reseñar aquí, pero si es importante destacar que las mismas abordan el cómo y por qué la conducta de un individuo afecta y es afectada por la de otros. En resumen, la facilitación social es el fortalecimiento de las respuestas dominantes del sujeto debido a la presencia de otros.

A simple vista, tenemos dos variables que siempre interactúan en cualquier relación referida al tema: Unas personas que ejercen un rol meramente de audiencia, o sea, simplemente observando  al individuo. En el otro caso, el sujeto desarrolla simultáneamente una tarea, designándose como coactores.

La facilitación social comenzó a estudiarse a finales del siglo XIX, cuando el psicólogo Norman Triplett  observó como grupos de ciclistas de la Liga de Ciclismo Americana mejoraban sus registros cuando se acompañan entre ellos, más que cuando iban solo.

Triplett adelantó observaciones con otros grupos, niños entre ellos, llegando a conclusiones que parecían apuntar a que los demás tenían una influencia positiva u optimizadora sobre el comportamiento del sujeto observado.

La iniciativa de Triplett motivó a otros investigadores a desarrollar estudios en los que diferenciaban los trabajos de corte intelectual de los musculares. Entre 1915  y 1925 Floyd Allport desarrollo programas experimentales en su laboratorio de la Universidad de Harvard. Allport encontró que “el escuchar y ver a otros hacer las mismas cosas, logra aumentar las respuestas en proceso.(1) Esta explicación prevaleció en los próximos 30 años, momento en que nuevas investigaciones arrojaron otros resultados que contradecían el marco teórico que se había impuesto durante tres décadas, que se resumía en que la audiencia y la coactividad producen siempre efectos beneficiosos.

Tras la II Guerra Mundial se multiplicaron los estudios sobre facilitación social incorporando nuevas variables, como las respuestas con más probabilidad de emisión, o dominante, y otras con menos o casi nula probabilidad de emisión o subordinadas. Otros elementos que surgen en las investigaciones son la motivación, la percepción o la certeza del individuo que lo evalúan o examinan, cuando los acompañantes se presentan como “expertos”, cuando la audiencia se encontraban con los ojos vendados, entre otras variables.

A finales del siglo XX se desarrollaron nuevas teorías, unas en torno a la variable del impulso, otras en torno al esfuerzo cognitivo. Las teorías del impulso centran sus estudios en torno al incremento de la motivación inducida directa o indirectamente por la presencia del o de los otros. Un punto a estudiar es la facilitación social y la adquisición o aprendizaje de nuevas destrezas, así como mejorar el rendimiento en tareas ya aprendida. Los resultados apuntan que la facilitación social hace difícil el aprendizaje, pero si fortalece el fruto de lo que conocemos y manejamos.(2)

Esta dinámica ha sido investigada desde características diferenciadoras como la hipótesis de la mera presencia, o sea, que la mera presencia del otro es la condición necesaria y suficiente para que se produzca el impulso. Otra variable es la aprehensión con respecto a la evaluación, evaluando el impulso generado por la preocupación del sujeto ante la manera en que será evaluado por los demás.

La hipótesis conflicto-distracción evalúa el impulso generado por el conflicto entre atender a los otros y atender la tarea. Otra hipótesis es el control observacional o monitoreo, que indaga el impulso generado por la presencia de otro(s) que no pueden escrutarse.

Las teorías del esfuerzo cognitivo tienen en común el sostener que la facilitación social se debe a la inducción por la presencia de otros de la autoevaluación de la ejecución. Dos grandes bloques de hipótesis se desarrollan en torno a estas teorías. Una, que atribuye el efecto de facilitación social a los esfuerzos del sujeto por reducir la discrepancia entre su ejecución y un ideal de ejecución. Otras, evalúa como la presencia de otros facilita la ejecución sólo si sostiene una imagen competente acerca de nosotros.

La holgazanería social

La holgazanería social, haraganería social o reducción social del esfuerzo también se conoce como el efecto Ringelmann y se relaciona con la tendencia a disminuir el rendimiento cuando se trabaja en grupo, es decir, a medida que aumenta el número de miembros, el esfuerzo del conjunto no es igual a la suma de todos los esfuerzos de forma individual por lo que la productividad grupal decrece por lo que el esfuerzo del conjunto no es igual a la suma de todos los esfuerzos de los miembros de forma individual. ​

El creador de esta teoría fue el ingeniero francés Maximilien Ringelmann. Este especialista realizó, durante los años 1882 y 1887, diversos estudios sobre la acción de tirar de una cuerda. Este experimento lo realizó tanto de forma individual como con grupos de dos, tres y hasta ocho personas. A medida que el número de miembros que tiraban de la cuerda era mayor, el esfuerzo del resto de miembros disminuía progresivamente. Las observaciones de Max Ringelmann se publicaron en 1913, demostrando así que el trabajo grupal de los diferentes equipos no alcanza a la suma de los esfuerzos individuales.(3)

Estudios realizados a finales del siglo XX (4) permiten inferir que existe la tendencia de las personas a realizar menos trabajo cuando unen sus esfuerzos hacia una meta común, donde las contribuciones específicas no pueden ser identificadas, que cuando son responsables a nivel individual.

El haraganeo social se comprueba cuando en la actividad en común, no se puede contabilizar el aporte individual en los resultados del grupo.

Las investigaciones apuntan a que la reducción social del esfuerzo acontece en alguna de estas circunstancias:

1.- En el grupo, al desarrollar la tarea, aumenta la probabilidad del esfuerzo redundante y gratuito.

2.- No hay clara cohesión del grupo.

3.- No hay responsabilidad, individual o no, respecto al resultado final.

Algunos estudios (5) señalan que la causa se encuentra  en el descenso de la posibilidad de  identificar y por ende, el aminoramiento de la aprehensión de la evaluación, merced a la disolución del individuo en el grupo.

Otros relacionan el porqué de la disminución de los resultados con los impulsos, diferenciando si se producen en tareas simples o complejas. En las tareas simples bajo escrutinio tiende a disminuir  la reducción social del esfuerzo, mientras que se incrementa en caso contrario. En las tareas complejas aumenta en caso de no darse respuestas correctas, lo que conduce a un deterioro de la ejecución.

Muchos son los estudios que se han adelantado y como cualquier ciencia que se relaciona con la conducta humana, se hace difícil dar respuestas exactas.

Reducir la holgazanería social en grupos

Igualmente depende de la sujeción del individuo al mismo, si es una relación laboral, de solidaridad, deportiva, entre otras.

Investigadores señalan que las formas tradicionales para aumentar la motivación individual, como pueden ser la fijación de objetivos y las recompensas o sanciones resultan no ser tan efectiva para reducir el efecto Ringelmann, la experiencia aconseja algunas pautas adecuadas para superar el haraganeo social, veamos:

  • Buscar identificar y determinar el desempeño individual. Si los sujetos saben que se puede identificar el mayor o menor desempeño personal, la holgazanería social disminuye.
  • Fomentar la competitividad dentro del grupo y entre los grupos.
  • Fomentar la idea de que el desempeño individual es indispensable para el éxito del grupo y reducir la creencia de que el esfuerzo personal no añade nada al grupo.
  • En casos de grupos numerosos, procurar segmentarlos para realizar el trabajo en pequeños grupos.
  • Utilizar el trabajo en grupo para tareas que sean difíciles, que supongan un reto a todos los miembros del grupo y que, además, sean consideradas por los sujetos del grupo como relevantes.
  • La cohesión del grupo impide, en gran medida, la aparición de la holgazanería social.

Este es uno de los grandes temas que un líder debe afrontar para ser exitoso en su desempeño. El estudio de la conducta organizacional lo tiene entre sus principales y en la medida en que los lideres conocen y comprenden el desenvolvimiento de su grupo, en esa medida reducen el efecto Ringelmann, la holgazanería social, haraganería social o reducción social del esfuerzo, como bien dese llamar a esta conducta.

Referencias

  1. Gómez Delgado, Tomás y León Rubio, José María. Psicología Social. Orientaciones teóricas y ejercicios prácticos. McGraw Hill. 1998. Pág 30.
  2. Ídem pág. 36
  3. Efecto Ringelmann
  4. Gómez Delgado, Tomás y León Rubio, José María. pág. 37
  5. Idem. Pág 38

Isidro Toro Pampols.·.

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