Artículos de Isidro Toro Pampols .·.

lunes, 4 de octubre de 2021

Blancanieves frente a los irrecuperables

 

Blancanieves es un antiquísimo cuento de hadas que nos ofrece una enseñanza de cómo combatir las carencias existenciales que se exteriorizan mediante los estereotipos, prejuicios yconductas discriminatorias.

La versión más difundida de la ficción de Blancanieves es la de los hermanos Grimm y quizás la más popular es la adaptación cinematográfica titulada Blancanieves y los siete enanitos (1937), de Walt Disney.

La historia se presenta simple: Blancanieves queda huérfana de madre al nacer y la cría su madrastra, una hechicera muy poderosa, además de ser egoísta, malvada y excesivamente vanidosa.

Blancanieves crece luchando contra los llamados pecados capitales: la pereza, la envidia, la soberbia, la ira, la avaricia, la lujuria, la gula… Toda una mezcla de pasiones dignas para la tesis magistral de un psicoanalista.

De nuestro lado, colocamos de relieve un problema propio de la civilización: los procesos de socialización pueden llegar a falsear las tendencias sociales que se llaman honor, virtud y justicia las que, interiorizadas de manera desviada, sectaria y apasionada, pueden alimentar un ego colosal creando en la persona muchos problemas.

Retornando a nuestro cuento y frente a esa realidad, Blancanieves siempre busca sobreponerse, derrotando el símbolo del mal encarnado en su madrastra, la reina malvada y su círculo de secuaces.

Entre los aliados con los que cuenta Blancanieves están un grupo de enanos quienes no se distinguían por ser modelos de ciudadanos. En algunas versiones cinematográficas lo presentan como una tropa de siete enanitos asaltantes de caminos.

Lo cierto es que Blancanieves ha logrado construir dentro de sí, en su individualidad, en su conciencia, un templo de virtudes que orienta su conducta; mientras que sus aliados representan lo que podríamos llamar unos practicantes de los siete pecados capitales. Veamos:

Doc encarna la soberbia. Vive en un constante deseo de recibir honores y reconocimientos a cualquier costo. En fin, se cree superior a los demás. 

Estornudo es el típico avaro. Su misión en la vida es acaparar riquezas, sin importarle las consecuencias con el prójimo.

Tontin es esclavo de su apetito sexual, que lo mantiene atontado.

Gruñon, personifica la ira, la dificultad para aceptar contrariedades, vive en permanente descontento, siempre resentido con respecto a los demás.

Feliz sólo piensa en comer y beber. Simboliza la gula.

Tímido es carcomido por la envidia. Con su pobre autoestima, está resentido por las cualidades o logros de los demás.

Dormilón, como bien su nombre lo indica, representa la pereza con un permanente desgano por obrar en el trabajo o por responder a la riqueza espiritual haciendo el bien a los demás.

Con estos aliados Blancanieves debe recuperar el reino e imponer un gobierno de paz, armonía y justicia para todos los súbditos. ¡Parece una contradicción!

Blancanieves procede con su ejemplo, proyectando su templo de virtudes entre sus colaboradores, logrando cambios sustanciales en cada uno de ellos. Al soberbio Doc, le inculcó la humildad, haciéndole reconocer que de nuestra existencia nada nos llevaremos. Al avaro de Estornudo le enseñó la generosidad, haciéndole sentir en su espíritu el bien que produce dar sin esperar nada a cambio. A Tonti, el lujurioso, le mostró los beneficios de dominar los apetitos sexuales. Gruñón, el iracundo, le señaló el camino de la paciencia y el arte de recibir en paz y serenidad las adversidades. Feliz, la templanza para controlar la gula, la moderación en el comer, beber y en el accionar. Al envidioso Tímido, le muestra la caridad, que genera paz espiritual que conquista cuando le deseas y ayudas al prójimo. Y finalmente al perezoso Dormilón, le modela la diligencia con prontitud de ánimo para hacer el bien, sin mirar a quien.

Con su ejemplo Blancanieves levanta y transforma un ejército de extraviados por la incongruencia de algunas normas sociales, en un conjunto donde laboran todos a una, en función del bien común. La conclusión es que tiene éxito en su cometido.

Una de las enseñanzas de esta historia, más que centenaria, es que en la lucha por conseguir objetivos debemos contar con todas aquellas personas de buenas costumbres que, aunque se encuentren perdidos por cierto males sociales, son útiles para alcanzar metas en beneficio de la comunidad. Es un ejemplo de buen pragmatismo.

El liderazgo en todos los órdenes de la vida debe dar el ejemplo de moral, tener ideas claras, exponerlas, organizarse y saberse rodear de personas que prometan y desechar aquellos irrecuperables, porque esos son a los que hay que derrotar. 

Blancanieves luchó ella misma a lo interno para construir en su ser, en su conciencia, el faro de luz que luego sería guía para recuperar recursos humanos y con ellos, derrotar a los irrecuperables.

Los irrecuperables se simbolizan en la vida con una piedra deforme, sin consistencia, roca que no se pueden esculpir, ni ser parte de un sillar. De ellas no se obtendrá ninguna obra positiva. Sus carencias existenciales los llevan a descargar en los demás sus frustraciones y prejuicios. Es un mecanismo psicológico que busca justificar ante sí y ante los otros sus estereotipos y obsesiones, las que generan conductas discriminatorias que, según el Diccionario de la Real Academia Española es “dar trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, de edad, de condición física o mental, etc.” Ese accionar no da tranquilidad a las pasiones y, usualmente, exige nuevas acciones que alimentan su vorágine existencial, la que jamás se calma porque se transforma en un círculo vicioso.

Ahora bien, la mayoría de los individuos, simbolizado en la piedra, son susceptibles de ser ayudado a ser labrado por si mismo, auto esculpido, con el objetivo claro, diáfano, de construir un templo individual de virtudes, como el de Blanca Nieves. Recordemos el adagio: la salvación es individual. Ahora, esa persona debe pedir sabiduría y se le mostrará el camino, buscar la Luz y encontrar su Maestro Interno en la conciencia que le indicará el buen hacer, logrando derrotar los demonios arraigados por el ego desbocado y los convencionalismos sociales.

La tarea no es fácil y difícil es lograr el éxito total, pero avanzar por el camino ya es ganancia que debemos procurar.

 

Isidro Toro Pampols.·.

 

@isidrotoro1

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